zeitgeist

lunes, 19 de octubre de 2009

La conquista, considerada como una de las artes muertas.

Nosotros los colombianos hemos sido mal criados en el gusto por sexo opuesto, desde las fiestas colegiales, integraciones universitarias, rumbas, hasta los reinados de belleza, que en nuestro país hay mas reinados por metro cuadrado que en cualquier parte de este mundo.
Siempre hemos optado por perseguir a la más bonita del “combo”, nos aventuramos cual Indiana Jones a esas tierras áridas de la conquista y del flirteo, buscando siempre que la niña mas linda muerda nuestro anzuelo (a veces literalmente), incluso utilizando algunas viejas artimañas, como la colaboración de agentes externos tales como los vehículos motorizados, las mentirillas “blancas”, el famoso “chicaneo” (conocido a lo largo de nuestra Colombia) o hasta llegar al mas ruin que es el “ablanda carnes”, y no hablo de algún adobo ni mucho menos, uno mas efectivo.

Conociendo ya esas herramientas que aplican (mos) los hombres para tratar de acercarnos de una manera mas física a una mujer (bonita), tenemos también que reconocer a los tipos de hombres que pasan por ese ruedo.
Poniendo una situación hipotética, donde en una fiesta se reúnen varios hombres y mujeres en edad de merecer (lo suyo, obviamente….no confundir con ninguna rutina cómica):
En este ejemplo tenemos que hay varios tipos de hombres, el primero que hace su arribo y demuestra sus técnicas es el “hombre-águila”, el cual a lo lejos puede vislumbrar a las hembras en cuestión y luego de un corto tiempo lanzar su ataque, aplicándolo a casi todas las hembras del recinto, viéndose mas como un oso ciego tratando de pescar que como una sagaz águila buscando su alimento.
Luego de que el primer hombre falle, hace arribo el siguiente, mas conocido como el “hombre-gallinazo”, el cual recoge las sobras de lo dejado por el “hombre-águila” (si es que consiguió ligar), busca en muchas ocasiones alguito de “carne” con que hacerse un buen almuerzo y no pasar hambres.
Después de lo ocurrido con los dos primeros tipos de hombre, llega el tercero, el “Hombre-Mico”, el cual no puede ver un palo porque se cuelga de él de inmediato…..aunque de ese hombre no quiero ahondar, es muy predecible.
Siguiendo con el análisis, sigue otro de los hombres, el más desafortunado de todos, el “Hombre-Barney”. Éste pobre sujeto es el que menos facilidades físicas posee, el que al llegar al lugar del “aquelarre” y “fandango”, busca peligrosamente en su interior una forma de verse rudo y sexy (así como Mario Cimarro, Bruce Willis o James Bond), pero por el contrario lo que logra con eso es inspirar una triste y patética “ternura” en el genero opuesto, de ahí su nombre de “Hombre-Barney”, porque se parece mas a ese dinosaurio del programa infantil (que tiene mas mismas mañas que Garavito).

Ya que se analizó la base de lo que se conoce como la conquista Macho-Hembra, me dispondré a analizar otro de los puntos neurálgicos del arte de la conquista.

Como decía al principio, nosotros los Colombianos estamos mal criados en cuanto a gusto femenino, vemos mujeres hermosas por doquier, así sea una no tan hermosa, pero “sabrosita”, aunque lo que hace esto es expandir la brecha que existe entre las feas y las bonitas.
Todos sabemos que es una ventaja muy enorme conquistar a la feita, a la que no es tan agraciada pero tiene su “tumbao”, a las que siempre sacan de ultimas a bailar en una rumba, a las que las dejan siempre como “mi mejor amiga”, etc.
La primera ventaja es la competencia, el mundo de la conquista y la reproducción humana es muy competitivo y cuando uno logra conquistar a una muy agraciada sufre esa consecuencia, en cambio, cuando se tiene a la feita al lado es menor la competencia, se puede ir a cualquier parte sin que la estén mirando mucho, sin tener que sufrir por esa mala jugada de los celos y así se pasa mas bueno.
Otra de las grandes ventajas es lo entusiastas que son, para salir, bailar, moverse y hasta para las artes del amor (o sexo, como lo llamamos los que andamos sin tapujos), todos saben que una mujer muy bonita no tiene la necesidad de esforzarse ni de aplicar buenas técnicas, ya que por su belleza, es mas fácil “estimular”, en cambio la fea, siempre muestra un esfuerzo casi deportivo para lograr un buen rendimiento en esas tareas, siempre buscando mejorar y contribuir a la completa diversión.

Las ventajas de ligarse a una mujer poco agraciada no son muy conocidas, pero hay casos documentados de ello, como el esposo de Teresa Gutiérrez, quien sabe que le vio ese señor a esa excelente actriz, incluso también pasa en el caso contrario, como por ejemplo:
Pedro Picapiedra: feo, ordinario, cochino y perdedor, pero aún así Vilma le vio su “sabor” y se casó con el.
Pedro el Escamoso: narizón, mañé, chicanero y mentiroso, pero aun así la doctora Paula le busco el ladito y fueron felices.
(Nota: no sabía lo mal representados que estamos los pedros ante los personajes ficticios televisivos)

Ya sabiendo que los feos y feas tienen su propio sabor siendo conquistados por alguien de mejor apariencia, ahora miremos este caso, el del programa “Popeye”.
Popeye es la mejor manera y la forma de darle esperanzas a los poco agraciados, ya que el programa constaba de personas feas intentando conseguir pareja entre ellos, aunque con la ayuda de la espinaca, ese opiáceo que hace ver a Olivia mas bonita, a Brutus mas pequeño y al propio Popeye mas fuerte (no confundir con el Ron).

Luego de tener analizadas las situaciones ya tenemos como moraleja que los feos no son tan desgraciados y no tiene una vida tan triste, por el contrario, tienen programas de TV, son exitosos, tienen su propio sequito de fans que los buscan y si no, en el peor de los casos, un feo se puede convertir en Pacheco (o en el caso femenino, Pilar Castaño).

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